Una vieja historia, la cual ya casi ni recuerdo, cuenta que cierto niño proveniente de una familia muy pobre y humilde, descubrió en un callejón abandonado, una cartera la cual estaba repleta de dinero. Tras revisarla, noto que en ella no se hallaba ningún tipo de dirección o documentación la cual pudiera indicarle a quien pertenecía.
Al llegar a su casa, mostro a sus padres y a sus hermanos el valioso hallazgo, y sus padres le dijeron: "ya que la cartera no posee ningún tipo de documentación, haz con ella y con el dinero que tiene dentro, lo que tu desees..." el niño miro la cartera, miro a sus padres, y tras unos breves segundos de pensar, les respondió: "aunque en ella no hay nada que indique a quien pertenece, esta cartera tiene un dueño, por lo tanto la guardare tal y como esta, hasta poder encontrarlo" Pero sus hermanos, los cuales pretendían que compartiera con ellos el contenido, insistían que hiciera uso del dinero para comprar cuanta cosa deseara, a lo que el niño decidió no hacer caso, y guardo la billetera a donde nadie pudiera encontrarla.
Día a día comenzó a buscar al dueño de la cartera preguntando por doquier si alguien sabía sobre el asunto, pero sin obtener resultados. Por supuesto que en más de una ocasión se topo con personas que aseguraban ser los dueños, con el único fin de apropiarse del dinero, pero sin suerte para ellos, ya que ninguno supo dar la descripción exacta de la cartera y de su contenido.
Pasado el tiempo, un hombre muy elegante y muy bien vestido se presento ante la puerta de su casa, y tras hablar con los padres del niño, llamaron al pequeño a la habitación en la cual se encontraban. Allí, el elegante y refinado caballero le dijo al pequeño: "Hace ya algún tiempo, unos amigos y yo, con el fin de averiguar si aun existían hombres buenos y honrados en este mundo, arrojamos en un callejón muy cerca de aquí, una cartera repleta de dinero, quedándonos ocultos muy cerca del lugar, esperando ver la reacción de quien la encontrara. Al ver que tu llegabas y tomabas la cartera, pensamos que al igual que la mayoría de los niños, tomarías el dinero y te irías del lugar dispuesto a gastar su contenido sin ningún tipo de prejuicio, pero cuando notamos tu interés por encontrar algún papel que te indicara a quien pertenecía, decidimos seguirte durante todo este tiempo para ver como actuabas, llevándonos la mayor de las sorpresas, al notar tu gran entereza y dignidad en buscar su dueño. Hoy me he presentado ante la puerta de tu casa para felicitarte, y para informarte que te he nombrado ante el juez de la ciudad, como mi único y leal heredero, ya que estoy seguro que una persona como tu, nunca buscara su propio bien, ni buscara sus propios intereses, sino que siempre hará lo correcto y digno ante los ojos de Dios..."
En ocasiones, muchos de nosotros (los cristianos) decidimos tomar el dinero que se encuentra en la billetera, y olvidamos por completo que hacer lo correcto, es lo que nos llevara a conseguir la verdadera recompensa, la cual proviene de Dios y no de ningún hombre.
Para muchos es mas importante disfrutar unos pocos pesos en este mundo, que esperar la recompensa que Jesús fue a prepararnos en la casa del Padre, la cual nos dará tras su pronta venida.
En este mundo encontraremos miles de carteras repletas de dinero el cual podremos gastar si lo deseamos (Dinero, sexo, fama, renombre drogas, vicios, etc, etc) pero si hacemos lo correcto, un día un elegante y muy refinado caballero, llegara entre las nubes y nos llevara a la casa de su Padre, El cual nos dirá: "Siervo bueno y fiel; en Lo poco fuiste fiel, sobre mucho te pondré; entra en El gozo de tu Señor...." Mateo 25:23
Ahora... Te conformas solo con una cartera...? Dios te bendiga
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