La gran mayoría de nosotros recuerda la vieja película de Rocky III, en donde Rocky, el gran boxeador americano, es derrotado por Clubber Lang, (papel interpretado por Myster T) tan solamente en el 2º round, y recibiendo una de las más terribles palizas que el púgil jamás haya recibido en toda su ficticia carrera.
Claro que una hora mas tarde (en la película) Rocky logra recuperar su cinturón de campeón, noqueando a Clubber Lang en el tercer asalto, y volviendo a ser el campeón tan amado por la gente.
Ahora... usemos un poco la imaginación, saquemos a Rocky de la pantalla, sentémoslo a nuestro lado para ver la película juntos, y después de ver aquella primera pelea en donde es derrotado por su rival, detengamos el DVD y démosle la oportunidad de elegir el resultado de la pelea entre las siguientes opciones:
1- El final conocido: Rocky aparentemente es derrotado, pero luego en una segunda pelea no solo recupera todo aquello que había perdido, sino que además termina siendo el victorioso campeón amado por todos.
2- El primer final hipotético: Rocky vence a Clubber Lang en la pelea, ayudado por el juez, el cual por sentir admiración por Rocky dictamina todos los fallos a su favor, pero luego, estos son descalificados por no hacer las cosas de manera correcta.
3- El segundo final hipotético: Clubber Lang antes de comenzar la pelea, se aproxima a Rocky y le dice al oído: "Si vos queres podes evitar la paliza que voy a darte, podes evitar salir todo golpeado y lastimado, y encima, me retiro dándote la pelea por ganada para que sigas siendo el campeón de todos, si tan solamente tomas el micrófono y le decís a todos en este lugar que yo soy mejor púgil que vos"
Que cree usted que haría Rocky...? que decisión tomaría el imaginario boxeador...?
Hace mas de 2000 años, Jesús tuvo que subir al cuadrilátero, junto con Satanás, para disputar la mas terrible pelea que jamás antes o después, un ser humano haya tenido que enfrentar, solo para que usted y yo, hoy disfrutemos de la salvación y la vida eterna que el gano por nosotros en el ring del desierto.
1- Jesús tenia completo conocimiento de todo lo que debía padecer para que la redención llegara al mundo a través de su sangre, pero aun así, El decidió darse a si mismo por amor a la humanidad, y permitir que se lo pusiera en una cruz, para que tres días mas tarde, el se levantara como el único y mas grande campeón de todos los tiempos.
2- Jesús pudo haber tomado toda su divinidad en el momento que lo hubiera deseado, darle una paliza allí mismo a satanas y evitar todo el padecimiento que debió pasar, pero de haberlo hecho, el plan de Dios, no se habría cumplido de la perfecta manera que El Señor lo había determinado.
3- satanas le ofreció darle todos los reinos del mundo, de los cuales el se apropio el día que hizo pecar a Adán, si tan solo Jesús lo adoraba. En otras palabras, el padre de la mentira, le estaba ofreciendo al Hijo de Dios, darle la victoria sin tener que pasar por la cruz.
Afortunadamente para todos nosotros, Jesús no cedió a ninguna de estas tentaciones, y venció de la manera correcta a aquel que solo quería hurtar, matar y destruir.
Esto mismo, también pasa hoy con aquellos falsos maestros, los cuales van de iglesia en iglesia predicando de prosperidad y declaraciones positivas, enseñando a los hombres a "exigirle" a Dios que los bendiga económicamente porque El lo prometió (esto por malinterpretar la palabra) y diseminando todas sus mentiras y engaños las cuales ofrecen al hombre tomar la victoria en el nombre de Jesús, pero sin necesidad de pasar primeramente por la cruz
Como podemos reconocerlos? muy sencillo... pase cada una de sus palabras por el crisol de la palabra de Dios, y vea si estas se contradicen o no con la Biblia. Si se contradicen, entonces esas doctrinas no provienen de parte Dios.
Solo la constante comunión con el Señor, la lectura de la palabra, el obedecer la voluntad de Dios, y la santa guía del Espíritu Santo pueden evitar que usted, yo, o cualquier otro cristiano, sea engañado o seducido por aquellos que vendiendo coberturas por las iglesias, ofrecen a los hombres vida eterna y buen pasar económico en este mundo, sin necesidad de ir primeramente a la cruz de Cristo para morir a nosotros mismos, y dejar atrás toda ambición, deseo, y pecado.
1 Pedro 4:1-2: Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento; pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado, para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios.