El Aguila y el cuervo



1º Corintios 12:17 al 20 dice: “Si todo el cuerpo fuera ojo, ¿qué sería del oído? Si todo el cuerpo fuera oído, ¿qué sería del olfato? En realidad, Dios colocó cada miembro del cuerpo como mejor le pareció. Si todos ellos fueran un solo miembro, ¿qué sería del cuerpo? Lo cierto es que hay muchos miembros, pero el cuerpo es uno solo”
Cierta mañana, mientras un cuervo comía algunos granos de maíz que se encontraban al costado del camino, un águila, lanzándose desde la cima de un monte, arrebato con sus garras un pequeño cordero, el cual pastaba con el rebaño.
Al ver esto, el cuervo ni lerdo ni perezoso trato de imitarla, y levantando vuelo, sin pensarlo dos veces, se abalanzo sobre un viejo carnero el cual aun se encontraba mirando al águila que se llevaba al pequeño cordero.
Para desgracia del cuervo, sus garras se enredaron en la lana del carnero, y aunque batió sus alas con todas sus fuerzas, el no logró soltarse para poder escapar.
Un pastor que se encontraba a escasos metros del lugar, viendo todo lo que había sucedido, se acerco a donde se encontraba el cuervo, y tomándolo por el lomo, corto las puntas de sus alas, lo metió en un saco de tela, y lo mantuvo allí durante todo el día.
Al llegar a su casa, tomo el saco y se lo dio a sus niños, quienes tras abrirlo y ver al renegrido cuervo le preguntaron: "que clase de ave es esta papa...?"
a lo cual el padre contesto: Es sólo un viejo cuervo; pero no lo digan en voz alta, porque él cree que es un águila...
En los últimos años, en la iglesia cristiana, se ha marcado una notoria y preocupante tendencia a escoger todos aquellos ministerios que son vistosos y que dejan cierto reconocimiento o fama, olvidando por completo que un cuerpo esta compuesto de diferentes órganos y no solamente de cabezas, como la gran mayoría pretende ser.
Hoy en día ya nadie quiere, ni desea salir a predicar en las calles, en las plazas, o de puerta en puerta como se lo hacia años atrás, pero si todos sueñan con estar en un estadio colmado de personas, portando grandes lentes negros (los cuales parecen haber nacido con ellos) y siendo aplaudido por la multitud después de haber cantado "Al taller del Maestro" Otros  sueñan con predicar a millares sobre los pulpitos de las iglesias del mundo entero, como los mas grandes y eximios oradores, contando cada una de las hazañas que Dios ha hecho en los últimos tiempos ,solo por la ayuda que ellos le han proporcionado al creador de los cielos y la tierra.
La gran mayoría sueña con que alguien venga de parte de Dios y le diga: "Dios me ha enviado a decirte que El te envía a predicar a las naciones (porque hoy en día ya nadie es llamado a predicar a su familia, amigos, vecinos o compañeros de trabajo o colegio, sino que todos son enviados a las naciones) pero ya nadie sueña con llegar a ser el mejor intercesor, el mejor portero de la iglesia, o aquel hombre de ayuno y oración al que le resplandece el rostro porque la presencia misma de Dios esta en el.
Todos aman los títulos: "yo soy el apóstol..." "yo soy el profeta..." "yo soy el director de alabanza" y miles de nombramientos que solo alimentan el ego de las personas pero que a la verdad nada tienen de espiritual. Lo podemos notar a diario en las iglesias de todo el mundo, las cuales se han llenado de "apóstoles truchos" los cuales andan vendiendo sus coberturas. Cantantes que a pesar de que cantan letras cristianas no tienen la menor noción de lo que es ser un hijo de Dios, y hombres que aman el reconocimiento y el dinero, disfrazándolo de cristianismo y santidad, pero que lejos están de hacer la voluntad de Dios.
Muchos cristianos de hoy en día han abandonado la originalidad de la palabra de Dios, para convertirse en parte de una iglesia clonadora de ídolos, que ama los pulpitos, plataformas y todo tipo de lugares altos a donde se los pueda llegar a ver a ellos en lugar a Dios, olvidando que en la antigüedad, los lugares altos eran usados para sacrificar a los baales.
Es necesario que volvamos a predicar y enseñar el verdadero y sano evangelio de la gracia de Dios a través de la sangre de Cristo, y no el evangelio diluido que se predica hoy en día en la mayoría de las iglesias, ya que de lo contrario, muchos mas seguirán siendo engañados por aquellos que siendo solo unos viejos cuervos, quieren hacerle creer a los hijos de Dios que son águilas que vuelan en las alturas