Dios desea que tengas seguridad de quien eres en El

y de lo que puedes lograr con Su respaldo, es necesario como hijo de Dios tener la convicción de ello, para enfrentar la vida con valor y audacia, y así transformar en bendición todo lugar en que te mueves. Atrévete porque Dios quiere hacer grandes cosas contigo.
Nunca dejes que alguien te menosprecie y te intimide diciéndote que no puedes lograr ciertas cosas; defiende con valor tus convicciones y no permitas que la opinión de otros sobre tu persona defina lo que puedas lograr o alcanzar en tu futuro. Se una persona audaz y atrévete a jugarte por lo que anhelas porque el Señor esta contigo.
Si eres una persona pusilánime y sin convicciones bien definidas, entonces el Señor esta deseoso en formarte como lo hizo con el apóstol Pedro, quien de ser una persona completamente inestable llego a ser firme y determinante en sus convicciones, quien se jugaba la vida defendiéndolas. Atrévete que tu puedes ser igual a el.