Donde la euforia de días anteriores se ha disipado por completo y muchas veces no se le encuentra el sentido de tanta algarabía y celebración; pues todo lo hermoso ha pasado. Esto ocurre porque la alegría y la satisfacción esta basada en agentes externos y no en una verdadera felicidad interna.
La verdadera felicidad, la satisfacción y el sentirse realizado y completo no se lo alcanza con celebraciones o llevando a la realidad todo deseo y anhelo personal. Uno puede ser plenamente feliz solo y sin un pan en su mesa en Nochebuena, mientras otros tal vez con abundancia y rodeado de personas solo disfruta el momento y luego todo pasa.
Cuando tienes comunión con Dios y celebras el nacimiento de tu Salvador veras que la satisfacción y el gozo es otro al que tiene el común de la gente, porque tu gozo proviene de tu interior y es constante, no se basa en los momentos de celebración y deleite con la familia y amigos. Sin Dios solo será una navidad más y solo un momento alegre.
La verdadera felicidad, la satisfacción y el sentirse realizado y completo no se lo alcanza con celebraciones o llevando a la realidad todo deseo y anhelo personal. Uno puede ser plenamente feliz solo y sin un pan en su mesa en Nochebuena, mientras otros tal vez con abundancia y rodeado de personas solo disfruta el momento y luego todo pasa.
Cuando tienes comunión con Dios y celebras el nacimiento de tu Salvador veras que la satisfacción y el gozo es otro al que tiene el común de la gente, porque tu gozo proviene de tu interior y es constante, no se basa en los momentos de celebración y deleite con la familia y amigos. Sin Dios solo será una navidad más y solo un momento alegre.
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